Las propiedades medicinales de las castañas están relacionadas con su poder astringente, adecuado para el tratamiento de diarreas, y se aprovechan mejor cuando las castañas se consumen crudas.
Si se desea consumir grandes cantidades de castañas crudas es conveniente que se encuentren “mayucas” o «pilongas», como se dice en el Bierzo.
Estas castañas presentan un volumen de la parte comestible reducido y se caracterizan por un sabor dulce y agradable.
Las personas que padezcan de estreñimiento deberán acompañar las castañas con alimentos ricos en fibra, o bien consumirlas con su piel interior.
Otro de los usos de las castañas es como alimento energético también adecuado para personas con problemas hepáticos o renales, pues la castaña apenas posee residuos que pasen a la sangre y deban ser filtrados.